Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.




domingo, 17 de octubre de 2010

Para leer.

Hace unos días la tita Susana me mando un email con este texto y os lo he traído aquí para que vosotras también lo leáis.




La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos.
Carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos.
Gastamos más pero tenemos menos.
Compramos más pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes y familias más chicas,
Mayores comodidades y menos tiempo.
Tenemos más grados académicos pero menos sentido común,
Mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio.
Más expertos pero más problemas.
Mejor medicina pero menor bienestar.
Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enejamos demasiado, nos desvelamos demasiado y amanecemos cansados.
Leemos muy poco, vemos demasiada televisión.
Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores.
Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.
Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir.
Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años.
Hemos logrado ir y volver de la luna pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino.
Conquistamos el espacio exterior pero no el interior.
Hemos hecho grandes cosas pero no por ello mejores.
Hemos limpiado el aire pero contaminamos nuestra alma.
Conquistamos el átomo pero no nuestros prejuicios.
Escribimos más pero aprendemos menos.
Planeamos más pero logramos menos.
Hemos aprendido a apresurarnos pero no a esperar.
Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla pero nos comunicamos cada vez menos.
Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales.
Hoy en día hay más ingresos pero más divorcios.
Casas más lujosas pero hogares rotos.
Son tiempos de viajes rápidos.
Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega.
Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.
Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.
Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste un centavo.
Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente.
Un beso y un abrazo pueden reparar una herido si se dan con el alma.
Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento porque un día esa persona ya no estará contigo.
Date tiempo para amar y para conversar y comparte tus más preciadas ideas.

Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

George Carlin.

0 comentarios:

 
Template by suckmylolly.com - header candies by Tayoindesign