...Mariam se quedó acostada en el sofá con las manos metidas entre las rodillas, contemplando la nieve que se arremolinaba frente a la ventana.
Recordó que Nana le había dicho en una ocasión que cada copo de nieve era el suspiro de una mujer a la que habían ofendido en algún lugar del mundo.
Que todos los suspiros subían al cielo, formaban nubes y luego se deshacían en trocitos diminutos que caían silenciosamente sobre las personas.
“Para recordar cuanto sufren las mujeres como nosotras- había dicho- con cuanta resignación soportamos todo lo que nos toca sufrir”
Es uno de los libros que os recomendaré, Iara y Noa, para que os leáis cuando seáis mayores.
Ojala todas las Mariam de Afganistán puedan vivir pronto como nosotras.
2 comentarios:
Iara y Noa, sobrinitas mías, espero que crezcáis siempre valorando lo que tenéis, y os sintáis tremendamente afortunadas por haber nacido mujeres.
Pisad, firme, vuestro camino, que es el camino de la vida, y llevad siempre la cabeza bien alta.
Respetad a todo el mundo y haceros respetar también vosotras, por supuesto.
Desde aquí os deseo que crezcáis con buenos valores y dando la importancia justa que cada cosa tiene, ni más, ni menos.
Un beso muy grande para las dos de vuestro Tito.
Gracias tito, tus palabras siempre son sabias, espero que Iara y Noa te escuchen siempre y sepan aprender de tí también.
Un besazo hermano, ya sabes que te quiero un montón.
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