Aquella noche mirando el lago que está al otro lado del mundo
aprendí que hay cosas más reales que aquello que puedes tocar.
Lo primero que pensé al ver el brillo de la luna reflejado en el agua
fue que esa imagen ya había visitado mi mente años atrás
y estaba alojada en el vago recuerdo de una niña de cabellos largos
que le preguntaba a su abuela:
-“¿porqué parece que el mar está vivo
y bailando con la luz de la luna?”
y ella acariciando mi cabello y con los ojos fijos en la luna me decía
-“El mar y la luna son viejos amigos
que se encuentran cada noche a bailar
porque en realidad están enamorados
y lo único que pueden hacer para demostrar su amor
es jugar con el brillo y el reflejo de sus cuerpos.
Durante el día el mar duerme y en sueños viaja
a otras partes del mundo donde es lago, río, cascada
y allí se vuelve a encontrar con su amada
y la luna viaja por desiertos y ciudades
y cuando se siente sola llora su amor
sobre los ojos de aquellos que miran la luna
porque están enamorándose…”
Mientras ella hablaba no dejé de mirarla ni por un instante
y me di cuenta que la luna se reflejaba en sus ojos
y también el mar
la abracé sin saber qué era eso de estar enamorados
sin saber que yo estaba enamorada de ella
de sus ojos de miel
de sus manos arrugaditas, de su sonrisa infinita
de su abrazo tibio.
Aquella noche frente al lago que está al otro lado del mundo
vi como la luna bailaba y hacía el amor con el agua ...
aprendí que hay cosas más reales que aquello que puedes tocar.
Lo primero que pensé al ver el brillo de la luna reflejado en el agua
fue que esa imagen ya había visitado mi mente años atrás
y estaba alojada en el vago recuerdo de una niña de cabellos largos
que le preguntaba a su abuela:
-“¿porqué parece que el mar está vivo
y bailando con la luz de la luna?”
y ella acariciando mi cabello y con los ojos fijos en la luna me decía
-“El mar y la luna son viejos amigos
que se encuentran cada noche a bailar
porque en realidad están enamorados
y lo único que pueden hacer para demostrar su amor
es jugar con el brillo y el reflejo de sus cuerpos.
Durante el día el mar duerme y en sueños viaja
a otras partes del mundo donde es lago, río, cascada
y allí se vuelve a encontrar con su amada
y la luna viaja por desiertos y ciudades
y cuando se siente sola llora su amor
sobre los ojos de aquellos que miran la luna
porque están enamorándose…”
Mientras ella hablaba no dejé de mirarla ni por un instante
y me di cuenta que la luna se reflejaba en sus ojos
y también el mar
la abracé sin saber qué era eso de estar enamorados
sin saber que yo estaba enamorada de ella
de sus ojos de miel
de sus manos arrugaditas, de su sonrisa infinita
de su abrazo tibio.
Aquella noche frente al lago que está al otro lado del mundo
vi como la luna bailaba y hacía el amor con el agua ...
2 comentarios:
Dice un poema de Miguel Hernández, solo quien ama vuela.
Sigue volando, amor mío.
Gracias cariño, por tantas cosas pero sobre todo por tu GENEROSIDAD.
Un beso.
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