Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.




domingo, 7 de junio de 2009

Tuco

Os presento a Tuco, mi búho nival, estuvo conmigo durante 10 años, Iara sí le conoció aunque no se acuerda de él porque tenía sólo 2 añitos cuando viajó a las estrellas.

Nunca fue un búho cariñoso, no le gustaban los mimos ni los achuchones, esos que tanto me hubiera gustado darle, pero no, no le gustaba mucho, era independiente, le gustaba estar tranquilo, observando, simplemente descansando.

Le encantaban los baños con la manguera del agua, como tenía tanta cantidad de pluma pasaba mucho calor y cuando le echabas agua por encima disfrutaba un montón, eso sí había que hacerlo en algún lugar fuera de casa porque se sacudía y ponía todo perdido.


Le recuerdo muchas veces, era "mi niño" cuando aún no habíais nacido vosotras dos.

Me hubiera encantado que le conocierais hijas.

Yo, a solas, le contaba muchas cosas, supongo que debía pensar que estaba un poco loca, y quizá tuviera algo de razón, pero me gustaba hablarle cuando nadie nos veía, contarle mis penas, mis alegrías, mis cosas, yo sé que él, a su forma, me entendía.

Y sé que, desde las estrellas, nos cuida.

Aquí estábamos en nuestra casa de Villalba, en el jardín, Tuco se daba grandes baños en verano, le gustaba estar allí al aire libre.

Un beso, Tuco, hasta las estrellas.

2 comentarios:

El Tito Sami dijo...

"Porque no desaparecen,
sino que se mantienen vivos en la memoria de sus maestros, y en el recuerdo de todos aquellos que los vieron volar"

Sonia dijo...

Nunca desaparecen, siempre viven en nuestro corazón, como todo lo que se quiere de verdad.

 
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